La analogía entre Boric y Aylwin es tan anacrónica que se vuelve impropia: las circunstancias y posiciones históricas de uno y otro están demasiado alejadas como para que el paralelo funcione. El segundo problema, que pretende encubrir el primero, es el llamado a la amnesia y a la impunidad política respecto al periodo que abarca desde octubre de 2019 hasta el triunfo del “Rechazo” en septiembre de 2022, durante el cual Boric y sus amigos utilizaron el caos como una escalera para conquistar el poder.
Señor Director,
Eugenio Tironi boga por una tregua de élites que posibilite un nuevo pacto social y nos devuelva a una senda de crecimiento, paz y prosperidad. Llama a esto “reconciliación” y hace, desde ahí, una analogía entre el rol histórico de los presidentes Aylwin y Boric.
Estando muy de acuerdo con el objetivo de su planteamiento, creo que tiene tres problemas insalvables. El primero es que la analogía entre Boric y Aylwin es tan anacrónica que se vuelve impropia: las circunstancias y posiciones históricas de uno y otro están demasiado alejadas como para que el paralelo funcione. El segundo problema, que pretende encubrir el primero, es el llamado a la amnesia y a la impunidad política respecto al periodo que abarca desde octubre de 2019 hasta el triunfo del “Rechazo” en septiembre de 2022, durante el cual Boric y sus amigos utilizaron el caos como una escalera para conquistar el poder, fracasando sólo en el asalto final a la Constitución. Tironi pretende que, olvido mediante, Boric pase de lucrador de la discordia a mensajero de la paz .
El tercer problema, derivado del segundo, es que incluso obviando el anacronismo mediante abstracciones es difícil pensar en una reconciliación que no se sostenga ni en la verdad ni en la justicia, tal como la que propone Tironi. De hecho, su pretensión afecta la figura histórica de Aylwin. ¿Considera Tironi que la obra política de Aylwin se sostuvo sobre la injusticia, el olvido histórico deliberado y la validación acrítica de quienes colaboraron con la dictadura? ¿Eso representa para él la transición?
Si hubiera que jugar a la analogía histórica, la trayectoria que Boric comienza a describir se parece más a la de algunos miembros del MAPU que pasaron, gracias más a la derrota que a la reflexión, del extremismo con pretensiones salvíficas a cierto cinismo cómodo y acomodaticio. Sólo que ninguno de ellos llegó a La Moneda (como Presidente).