Si los partidos permiten competir a Carter y a otros candidatos, no cabe duda de que Matthei tendrá un difícil escollo por delante. Al final, también es una oportunidad para que ella demuestre que es efectivamente la mejor carta dentro de la centroderecha.
El alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, presionó esta semana a Chile Vamos para que se lleven a cabo primarias presidenciales y así sumarse a la contienda. Aún falta más de un año y medio para las elecciones, y los partidos han permanecido expectantes para evitar errores que debiliten a la candidata mejor evaluada, Evelyn Matthei. María José Hoffmann, secretaria general de la UDI, frenó en seco las aspiraciones de Carter al exigir que, para competir en primarias, debía respetar cierto fair play y marcar dos dígitos en las encuestas.
La exigencia de Hoffmann tiene algo de arbitraria. Las primarias son una instancia que los mismos partidos apoyaron en su tiempo y se establecieron precisamente como un mecanismo para elegir de la forma más transparente posible a los candidatos presidenciales. Se vería sospechoso, por tanto, que ahora las evitaran. Desde luego, Hoffmann no habla en nombre de toda la UDI, y pareciera que su distancia con Carter se debe más a motivos personales que a una preocupación genuina por la coalición. Ya había ninguneado antes al delfín de Carter, Daniel Reyes, que arrasó en las recientes elecciones.
Se presume que Carter intentaría utilizar la primaria presidencial para ganar capital político y así poder competir por un cupo en el Senado en Valparaíso. Hoffmann, a su vez -pese a que también marca poco en las encuestas para la gobernación y, de todas formas, la UDI la designó como candidata-, intentaría competir por ese mismo cupo senatorial si pierde la carrera regional.
Son los partidos y coaliciones quienes establecen los requisitos que deben cumplir quienes quieran ser candidatos. Sin embargo, ni los estatutos de la UDI, RN o Evópoli, ni la ley de primarias exigen el requisito que propuso la precandidata a la gobernación por Valparaíso. En ese sentido, si bien el objetivo de las primarias es intentar elegir el nombre más competitivo según la opinión de militantes y adherentes, también son importantes otras consideraciones. Constituyen, ni más ni menos, una instancia para medir la capacidad y juicio de los candidatos. ¿Qué tanto conocimiento tiene, por ejemplo, Evelyn Matthei sobre la situación del país? ¿Qué estrategias aplicará en seguridad y economía? ¿Cómo responderá ante la presión? Una forma de medir esas dimensiones son precisamente los debates y la campaña de primarias. Por otro lado, ¿no refleja la indecisión de hacer primarias, una cierta indefinición estratégica del sector?
Esta última dimensión -los debates y la campaña en terreno- no puede descuidarse si se quiere elaborar un programa atractivo y robusto. El camino hacia las primarias es una instancia de presentación de proyectos políticos. En las últimas primarias presidenciales de Chile Vamos, compitieron diferentes líderes que, aunque no ganaron ni son mayoría en el país, sí representan sensibilidades que forman parte de la derecha. Estuvieron ahí, por ejemplo, las candidaturas de Ignacio Briones, de Mario Desbordes y de Joaquín Lavín -dos de los cuales, Briones y Desbordes, no habrían tenido derecho a participar en esa primaria según el parámetro de Hoffmann, pues no marcaron el 10%. ¿Son las encuestas hoy la única herramienta para medir cómo y qué se hace en política? Parece necesario poner sobre la mesa otras consideraciones.
Algunos querrán postergar con buenos motivos el debate sobre las primarias para proteger la candidatura de la alcaldesa de Providencia. No obstante, luego de las elecciones municipales, será cada vez más difícil evitar ese debate, ya que se instalará el ambiente de las presidenciales. Si los partidos permiten competir a Carter y a otros candidatos, no cabe duda de que Matthei tendrá un difícil escollo por delante. Al final, también es una oportunidad para que ella demuestre que es efectivamente la mejor carta dentro de la centroderecha. Frente a un candidato hábil, rápido y que ha demostrado suficiencia en los medios, Matthei no la tendrá fácil. Esa podrá ser su primera prueba de verdad en camino a la Presidencia.